Pertenece al grupo de los óxidos, es una calcedonia impura de colores variados siendo la roja la más común, aunque también se encuentran marrón, amarillo, azul grisáceo o mezcla de estos, de brillo vítreo y ceroso, con un sistema cristalino triagonal/hexagonal muy común en todo el mundo.
Es un cristal protector y ayuda a asentar la energía a tierra, simboliza la voluntad y el valor, por lo que incide en aspectos emocionales, mentales, espirituales.
Alinea los chakras, y como este mineral tiene distintos colores se pueden trabajar en los chakras específicos los limpia, y los equilibra con el aura.
Equilibra el yin y el yang y armoniza los distintos planos de existencia, aportando tranquilidad y plenitud en los momentos difíciles y de tensión.
Aporta energía al cuerpo, sobre todo es positivo en enfermedades crónicas o prolongadas, en hospitalizaciones, operaciones y situaciones de agotamiento físico, regula los órganos relacionados con el sistema circulatorio, digestivo y sexuales.
Estimula el impulso y el placer sexual.
Fomenta la ayuda entre personas.
Aporta determinación y arrojo durante los conflictos y en los propósitos, ayuda a ser más honesto y asertivo con uno mismo.
Ayuda a terminar los proyectos que se emprenden, a fomentar la capacidad de organización, estimular la imaginación, tener un pensamiento ágil y materializar las ideas.
Limpia la polución medioambiental, la radiación y la bruma electromagnética.
Facilita el recuerdo de los sueños y la adivinación.
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